El Gatopardo (Giuseppe Tomasi di Lampedusa)
… «Nunc et in hora mortis nostrae. Amen.»
El rezo cotidiano del rosario había terminado. Durante media hora la serena voz del príncipe había evocado los misterios de dolor; durante media hora otras voces, entremezcladas, habían tejido un rumor ondulante en el que ciertas palabras inusuales: amor, virginidad, muerte, resaltaban como flores de oro; y mientras duró ese rumor el aspecto del salón rococó dio la impresión de haber cambiado; hasta los papagayos cuyas irisadas plumas cubrían la seda del entapizado parecieron intimidarse; y entre las dos ventanas, la blonda y opulenta Magdalena trocó incluso su habitual aire soñador por una contrita expresión de penitencia…
* Traducción: Ricardo Pochtar
* Editorial: Edhasa