El signo de los cuatro (Arthur Conan Doyle)
… Sherlock Holmes cogió una botella del rincón de la repisa de la chimenea y sacó una jeringuilla hipodérmica de su elegante estuche de tafilete. Ajustó la delicada aguja con sus dedos largos, blancos, nerviosos y se arremangó la camisa. Durante breves instantes, sus ojos se posaron cuidadosamente en el nervudo antebrazo y en la muñeca, salpicados ambos de cicatrices de innumerables pinchazos. Finalmente, clavó a fondo la afilada aguja, oprimió el diminuto émbolo y se arrellanó en el sillón forrado de terciopelo, dejando escapar un profundo suspiro de satisfacción…
* Traducción: Juan Antonio Molina Foix
* Editorial: Valdemar
* Serie: Sherlock Holmes, n.º 2 (novela)