El velo pintado (W. Somerset Maugham)
… Ella soltó un grito de temor.
—¿Qué ocurre? —preguntó él. A pesar de la oscuridad que reinaba en la habitación, cuyas contraventanas estaban cerradas, alcanzaba a distinguir su expresión de susto.
—Alguien ha intentado abrir la puerta.
—Bueno, debe de haber sido el ama, o uno de los criados.
—Nunca vienen a estas horas. Saben que después del almuerzo siempre duermo la siesta.
—¿Quién iba a ser, si no?
—Walter —susurró ella con labios trémulos…
* Traducción: Eduardo Iriarte
* Editorial: Bruguera