Hombres (Laurent Mauvignier)
… Pasaba de la una menos cuarto de la tarde y le extrañó que no recayeran sobre él todas las miradas, que no hubiera muestras de asombro por el esfuerzo que había hecho, por llevar chaqueta y pantalón conjuntados, camisa blanca y una de esas corbatas de escay que se estilaban hace veinte años y que todavía se encuentran en las tiendas de saldos.
Hoy dirán que no olía demasiado mal. No ironizarán sobre el hecho de que comerá de gorra ni sobre que por una vez no pondrá cara de presentarse como caído del cielo. Le llamarán Fuego de Leña, como siempre, y algunos recordarán que tiene un nombre auténtico tras la mugre y el pestazo a vino, tras la dejadez de sus sesenta y tres años…
* Traducción: Antonio-Prometeo Moya
* Editorial: Anagrama