La hierba roja (Boris Vian)
… El viento, tibio y adormecido, empujaba una brazada de hojas contra la ventana. Wolf, fascinado, contemplaba el pequeño rincón de luz que el retroceso de la rama descubría periódicamente. De pronto se estremeció sin motivo, apoyó las manos en el borde de su mesa y se levantó. Al pasar, hizo crujir la tabla del parquet que siempre crujía y, para compensar, cerró la puerta silenciosamente. Bajó por la escalera y, cuando se encontró fuera, sus pies se posaron en el camino enladrillado, bordeado de ortigas bífidas, que llevaba al Cuadrado a través de la hierba roja de la región…
* Traducción: Jordi Martí
* Editorial: Tusquets