Una lectora nada común (Alan Bennett)
… Era la noche del banquete oficial en Windsor y cuando el presidente de Francia ocupó su puesto junto a Su Majestad, la familia real formó en fila detrás de ellos, la procesión se puso en marcha lentamente y entró en la Waterloo Chamber.
—Ahora que le tengo para mí sola —dijo la reina, sonriendo a derecha e izquierda según pasaba entre la multitud relumbrante—, me moría de ganas de preguntarle por el escritor Jean Genet.
—Ah —dijo el presidente—. Oui.
La Marsellesa y el himno nacional impusieron una pausa, pero cuando hubieron ocupado sus asientos, Su Majestad se volvió hacia el presidente y prosiguió.
—Homosexual y presidiario, ¿era, sin embargo, tan malo como lo pintan? O, más al grano —dijo, y empuñó la cuchara de la sopa—, ¿era tan bueno?…
* Traducción: Jaime Zulaika
* Editorial: Anagrama