Gente de letras

… Estábamos en la hora de estudio, cuando entró el director seguido de un chico nuevo con atuendo provinciano y de un bedel que transportaba un gran pupitre. Los que estaban dormitando se espabilaron y todo el mundo se puso en pie, fingiendo que había sido interrumpido en su tarea.
El director nos indicó por señas que podíamos volver a sentarnos y luego se dirigió al jefe de estudios:
—Monsieur Roger —le dijo a media voz—, le traigo a este alumno para que se encargue de él…

* Traducción: Carmen Martín Gaite
* Editorial: Tusquets