Música para camaleones (Truman Capote)
… Es alta y esbelta, quizá de setenta años, cabellos plateados, soigne, ni negra ni blanca, el color pálido del ron. Es una aristócrata de la Martinica que vive en Fort de France, aunque también tiene un piso en París. Estamos sentados en la terraza de su casa, graciosa y elegante, que parece hecha de encajes de madera: me recuerda a ciertas casas antiguas de Nueva Orleans. Bebemos té de menta con hielo, levemente sazonado de ajenjo.
Tres camaleones verdes corretean por la terraza; uno se detiene a los pies de madame chasqueando su ahorquillada lengua, y ella comenta:
-Camaleones. ¡Qué excepcionales criaturas! La manera en que cambian de color. Rojo. Amarillo. Lima. Rosa. Espliego. ¿Y sabía usted que les gusta mucho la música?…
* Traducción: Benito Gómez Ibánez
* Editorial: Anagrama