No soy un libro (José María Merino)
… Aquel día había sido muy caluroso. La llegada de la noche no anunciaba frescor y desde el cielo seguía derramándose un bochorno sólido, que se mezclaba con el humo acre de los motores e iba formando bajo las marquesinas de los andenes una masa ligera de bruma pegajosa.
Faltaban alrededor de cinco minutos para la salida del tren. Casi todos los viajeros ocupaban ya su sitio y la gente que los había acompañado permanecía inmóvil junto a los vagones, en esa actitud rígida y un poco desorientada que precede a las despedidas…
* Editorial: Siruela