Siervos del Maestro (William Nicholson)
… En un día claro, la isla se ve desde el continente. La larga cresta de su colina rodeada de árboles rompe el horizonte por el sur. En ocasiones, las flotas pesqueras pasan frente a sus costas rocosas, y los pescadores contemplan el duro perfil de las ruinan que coronan la colina, pero nunca se detienen. No hay nada en la isla que les interese. En sus lomas desnudas crece poca cosa, tan sólo unas matas de hierba polvorienta y el círculo de ancestrales olivos que rodean el salón sin tejado. Además, sobre la isla se cuentan historias de hechiceros que convocan tempestades, de animales que hablan, de hombres que vuelan. Esas cosas es mejor dejarlas en paz…
* Traducción: Laura Manero
* Editorial: Ediciones B
* Serie: El viento en llamas, n.º 2